Subió al minibús, al primero que vio sin importarle a donde la llevara. Abrió su cartera y buscó con desesperación. El espejo no estaba. Rascó hasta los últimos resquicios de tela, pero el maldito no estaba. Se puso a llorar, a derramar lágrimas violeta y pestañas negras sobre sus manos; entre sus dedos ateridos y sus uñas coloradas y bien limadas chorreaban las gordas gotas saladas. No podía verse los ojos, el espejo se había llevado su reflejo, su imagen, el contorno de sus labios sin carmín. Y lloraba en silencio, acurrucada entre sus manos. La miraban con compasión, con curiosidad, con malicia… la miraban. Y lloraba sin saber realmente la razón exacta…. ¿Era por el espejo? ¿Era el mal sabor de la noche pasada? ¿El dolor del desengaño? ¿La tristeza de un destino adivinado? Iba abandonada y sin espejo, el maldito se había llevado su reflejo.
Die Festtage näherten sich mit beeindruckender Geschwindigkeit und der Gedanke an die Bescherung am Weihnachtsabend machte Manuel nervös. Wie jedes Jahr fehlte es ihm an Ideen für ein Geschenk für seine Frau. „Wie schwierig es ist, etwas auszusuchen!“, murmelte er. Wenn er darüber nachdachte, was Alicia vielleicht gerne hätte, verwandelte sich sein Kopf in einen dunklen leeren Raum. An dem Adventskalender, den ihre Kinder ihnen in diesem Jahr geschenkt hatten, war bereits die Hälfte der Türchen geöffnet. Jedes Mal, wenn Manuel eine kleine Schokoladenfigur herausnahm, kam ihm das verflixte Geschenk wieder in den Sinn. Eines Nachts war es besonders schlimm. In einem Alptraum wurde er von einem riesigen Geschenk verfolgt, das ihn vernichten wollte. Der arme Mann wachte schweißgebadet und aufgewühlt auf. Er nahm einen Schluck Wasser und drehte sich um, um seine Frau anzusehen. Alicia schlief wie ein Baby, sorglos und ruhig. „Ich bin sicher, dass sie mein Geschenk schon gekauf...
Supongo o entiendo que era tal su desesperación que el no encontrar el espejo fue la gota que colmó el vaso y se sentía perdida sin él.
ResponderBorrarBesos
Querida María:
ResponderBorrarSí, es una forma de entenderlo.
Gracias por visitarme.
Un abrazo,
Ana Rosa