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Mostrando las entradas de agosto, 2012

Colección

1 Adela se graduó con honores de la escuela de enfermería. Había pasado los últimos cuatro años entre sus estudios y el trabajo de medio tiempo, sintiendo que su esfuerzo llenaba de orgullo a su madre. Sin embargo, el día de su graduación, su madre no pudo asistir y aunque Adela se puso triste, también se sintió satisfecha por haber conseguido lo que ninguna de sus seis hermanas mayores había logrado: acabar una profesión. En lugar de su madre la acompañó la vieja Florencia, la dueña de la pensión que la había acogido desde su llegada y en la que Adela alquiló una habitación. Era un pequeño recinto ófrico, escasamente ocupado por una angosta cama, un velador que se caía de viejo y un ropero que estaba peor que los anteriores. Pero a Adela no le importó. Acostumbrada como estaba a la pobreza, aquel cuarto era un palacio que no tenía que compartir con media docena de hermanas y de vez en cuando con algún primo que llegaba de visita o a trabajar al campo. Después de recordar a