Niña Frida:
¡Cómo se escuchan los poderosos gritos que emanan tus pulmones mestizos! Wilhelm te dio el apellido y Matilde la luz del mundo, este mundo al que viniste tan colmada de muerte y sin embargo tan resuelta a ser feliz y revolucionaria a tu extraordinaria manera. ¡Feliz cumpleaños Frida! Felices todos los años que traspasaste asentando las huellas de tus manos en tus lienzos y en tus autorretratos; las huellas de tus pies, incluso la de aquel que años más tarde se rebeló y se mandó a jalar con una amputación de por medio. ¿Para qué habrías de necesitar tus piernas si lo que tú sabías, hermosísima paloma, era volar? Y volaste, así como volaba el ave oscura que te rodeaba los ojos, la mirada tenaz y guarda-lágrimas que siempre fuiste capaz de enjugar en cada una de tus pinceladas.
Si apelo a tu voluntad, me uno a tu ranchero festejo de los 101 años que habrías cumplido este 6 de julio. Porque tú naciste, Frida, el año de la revolución de tu México lindo y querido, en 1910. ¡Ay, Frida!, un siglo y pico de vida, los hubieses festejado con traje de tejuana, con el corset pintado y las manos gruesas de tu sin par Diego atadas a la brevedad de tu cintura quebrada. ¿Qué más te daban sus engaños? ¿Qué más te daban las mujeres que se regaban a la fealdad de su encanto? Este amor tan tuyo e incompresible fue tanto tu medicina como el veneno que circulaba por las venas de tu corazón.
Se te extraña, Frida, se te quiere. Vaya para ti mi constante veneración y los silencios sin suspiro que me dejan los pasajes intensos con los que tu vida te dejó perenne en este mundo.
A.R.
Precioso homenaje para una mujer muy notable.
ResponderBorrarBesos
María querida:
ResponderBorrarGracias por tu comentario y visita. Sin duda la Kahlo fue única.
Besos,
Ana Rosa
Un homenaje digno para una de esas mujeres que no se olvidan...
ResponderBorrarUn beso enorme.
Humberto.
Querido Humberto:
ResponderBorrarGracias, simplemente gracias.
Un abrazo,
Ana Rosa