¡Ven! Ven conmigo. Voy a susurrarte esas mentiritas que te gustan, esos alientos amorosos que te rehúsas a aceptar y que sin embargo esperas cada día como parte de este juego. ¿Acaso no te gustan? ¿Acaso de verdad me rechazas cuando lo haces? ¡Mentiras también son! Mentiras las tuyas, mentiritas las mías. ¡Anímate conmigo, tómate un trago de colores, un coctelito de antitiempo! Nos fumaremos esta ilusión juntitos. Vamos a apagar el sol y si nos da la gana, deportamos también a la luna. ¿A quién le va a importar? ¿A ti? Si tú lo que quieres es este susurro, lo que se te antoja es este vaivén.
Yo sé cuando tú me buscas, te conozco muy bien. La muchedumbre puede ser incansable, pero tus ojos son dos hogueras, un calor luminoso tu lengua. ¡Cómo me buscas, como si no me buscaras! Por eso te quiero, así en secreto, en clave morse te quiero. Te dejas mimar con mis desesperos y cómo te gusta que aparezca de la nada, con mi sonrisa y mi baba chorreada. Y tú, con tu seriedad, con el peso de tus pestañas, con tus manos embolsilladas, fieras enjauladas. Sé de lo que son capaces, harto sé. ¿Acaso son mudas sus huellas? Nada más hace falta ver mi espalda, los surcos de tus uñas, fósiles de batalla.
¡Conmigo ven! Antes de que me despierte y me jubile sin renta de este sueño...ven.
Qué buen texto, mi querida Ana, y el final es supremo, "fósiles de batalla" es un hallazgo.
ResponderBorrarVan mis felicitaciones y un beso enorme.
Humberto.
Tambien opino que es un buen texto, delicioso de leerlo.
ResponderBorrarRecibe un gran abrazo.
Queridos "blolegas":
ResponderBorrarGracias por su visita y sobre todo, pos sus palabras. Nada me motiva más a seguir :)
Un abrazo,
Ana Rosa
"La muchedumbre puede ser incansable, pero tus ojos son dos hogueras..." Muy bueno, muy bueno.
ResponderBorrarUn abrazo.