Das Kleid war mir egal. Mir war es wichtig, die weißen Schuhe zu tragen, die von meiner Hochzeit. Ich habe sie in der letzten Ecke des Schranks gefunden. Sie waren noch in dem Seidenbeutel, in dem ich sie kaufte. Sie hatten die Farbe des Mondes an wolkenlosen Abenden. Ich habe mich sofort in sie verliebt, als ich sie sah, und habe sie über fünfzig Jahre lang behalten. Ich bin froh, dass ich keine Töchter habe, die sie hätten erben müssen. Auf diesen Absätzen fing ich an, mit dir zu gehen, mein lieber Alter . Bevor ich aufbrach, schaute ich noch ein letztes Mal in den Spiegel. Ich bemalte meine Lippen mit dem weinroten Lippenstift, den mein Mann so sehr mochte. Ich holte mir die Einladung und beschloss, zu Fuß zu gehen. Es war lange her, dass ich in der Festlichen Konkordie – dem Tanzsaal gewesen war. Erinnerst du dich daran? Wir haben dort unsere goldene Hochzeit gefeiert, genau fünf Monate bevor du von uns gegangen bist. Das ist also die erste Party, auf die ich allein gehe, ohne
Eso mismo veo yo al descorrer mi cortina.. Horizonte despejado!
ResponderBorrarFeliz Primavera!
Un besote!
;)
Bienvenida la esperanza que ilumina hasta el día más oscuro.
ResponderBorrarBesos
Querida Edurne:
ResponderBorrarGracias por se la primera en comentar. Te deseo una feliz primavera también y como me dijo alguien esta mañana, para mí es también la primavera de esta etapa de mi vida :)
Un abrazo.
Hola María:
Bienvenida tú también -una vez más- a este espacio.
Otro abrazo,
Ana Rosa
Muy bello. El horizonte es infinito. Buena entrada primaveral.
ResponderBorrarSaludos.
No, hay mucho más allá, donde estás tú, yo, nosotros, muchos...
ResponderBorrarMucho más allá de esa línea, sentimientos que hablan y amistades que esperan.
Precioso Ana Rosa,
Mis saludos fraternos
Enhorabuena!!! Que la esperanza le pinte una sonrisa a tu cara...
ResponderBorrarMuy bonito Ana...
Beso
Querido Pedro:
ResponderBorrarGracias por tus palabras.
Hola Alborada:
Me alegra que pases por aquí y que compartas mis latientes letras.
Hola Novia:
La sonrisa queda pintada y espero que te contagie :)
Un abrazo a todos,
Ana Rosa
Sin animo no se puede ver horizontes. Proque también hay ventanas que al abrirlas dan a una parez plomiza de cemento. Un abrazo.
ResponderBorrarSin ánimo no se puede ver horizontes... Curro has dado en (mi)el clavo.
ResponderBorrarUn abrazo,
Ana Rosa
Pero para ver los horizontes ( que siempre están) es necesario "asomarse a la ventana sonriente con la certeza....."
ResponderBorrarSaludos porteños.
Gracias por tu comentario, Dany.
ResponderBorrarUn abrazo,
Ana Rosa
Y claro que va a ser así, Ana Rosa, muy optimista tu entrada.
ResponderBorrarUn beso.
Humberto.
Es que la magia de la esperanza puede llegar a ser tannnnnn ilimitada... cuando se quiere, claro está.
ResponderBorrarSaludos,
Ana Rosa
al abrir la cortina veo otra pared, pero tmb veo la luz solar de la mañana, talvez no pueda ver el horizonte pero si sentirlo ...
ResponderBorrarsalu2
Eso mismo, Lia, que la esperanza no encuentre barreras físicas nunca jamás.
ResponderBorrarUn abrazo,
Ana Rosa