A veces (me) hace falta sólo un poco de silencio, un manojo de noche, tu mano sobre mi vientre, tu respiración del otro lado. Pasa lo que pasa y lo que pasa pasará. No hace falta decir(te) más, porque más sería redundar y aunque (nos) hace bien, bien hacemos en saberlo también en silencio. La intensidad no es otra cosa que cada segundo de (nuestra) vida. Corremos la cortina para mirar... y miro, miro como hace tiempo no lo hacía. Y no es que la ventana me dijera palabras que tú no pronunciaste, es simplemente el muro de los ecos de las palabras que me dijiste y que la delgadez de mi escucha supo esquivar. Sorpresas son las que ni siquiera se sospechan, las que aparecen sin haberse escondido porque saben que sorprenderán. Para todas las que (nos) aguardan, no (me) hace falta sino un poco de silencio, un manojo de noche, tu mano sobre mi vientre y tu respiración del otro lado.
Cuando luchamos para que las pequeñas y las grandes tristezas que nos acechan no se conviertan en un presente constante que nos nubla la mirada y nos achica el corazón, recurrimos usualmente a las lágrimas que no son otra cosa que tristezas en estado líquido que se expulsan por lo ojos. En otros casos nos construimos en el alma un cuartito secreto repleto de tristezas y al que acudimos a veces voluntariamente para sentirnos un poco solos y un poco vivos, porque las tristezas son manojos de sentimientos que en cierto momento nos permitieron hacernos un poco más humanos, un poco más sensibles y un poco más miedosos. Una tristeza no nos hace valientes, una tristeza nos insinúa con diplomacia lo débiles que podemos llegar a ser, lo vulnerable que se presenta nuestro corazón ante un hecho doloroso e irremediable como la muerte, lo implacable que es la realidad y lo desastrosos que pueden verse sus encantos cuando no llevamos puestos los cristales de la mentira. Cuando pienso en mis...
Que bonito un trozo de noche y saber que estas ahí, asi hasta se puede dormir a pata suelta e incluso soñar. Un saludo
ResponderBorrarAsí es curro, cada letra dedicada con amor a mi compañero :)
ResponderBorrarUn abrazo,
Ana Rosa
Hola!
ResponderBorrarBonito blog, de esos que te atrapan de manera velada, y sin darte cuenta se te pasan los minutos perdida entre bonitas letras, que laten.
Y esta entrada muy bella. Hablando a través del silencio, con el lenguaje de la presencia. Muy bonita.
Besos!!
Hola LuZ:
ResponderBorrarTus palabras también (me) laten, gracias por la visita.
Un abrazo,
Ana Rosa
Deje un comentario sobre tu bonito texto, espero que haya quedado.
ResponderBorrarTe saludo de nuevo.
Veo que no...
ResponderBorrarTe decia que me gusto ver la palabra Compañero que acompaña muy bien tu texto, en ese silencio para escuchar la respiracion que acobija.
Hola Cecy:
ResponderBorrarGracias por el empeño en dejar tu comentario :)
Un abrazo,
Ana Rosa
Me ha encantado este texto, breve pero intenso, y tan lleno de amor, de ternura, de fuerza...
ResponderBorrarUna maravilla.
bBsitos.
;)
Querida Edurne:
ResponderBorrarQué alegría tu visita por aquí!
Qué alegría que te gustara mi texto y que la intensidad del mismo traspasara tu pantalla :D
Un abrazo,
Ana Rosa
Con el tiempo todo compañero aprende a leer los entre paréntesis que comunican nuestras compañeras.
ResponderBorrarUn abrazo querida Rosa y felicitaciones por las más de 4000 visitas :D