Ir al contenido principal

Microcuentos de Navidad

 


Señora, no puedo extender un certificado de nacimiento en el que figuren dos padres, además el niño requiere un apellido.

–¿Envuelto para regalo? –No, me lo llevo puesto, dijo la anciana y dejó la Tienda de los

Olvidos vistiendo su gala de Navidad.


Despierta, Nicolás, es hora de ir a la escuela. No quiero ir, mamá, no me sale el JO JO JO y todos los niños se ríen de mí.


-¡Ya nació! José, tienes una hermosa bebé. -¿Una niña? ¡Imposible! -Hombre, todo es posible en esta noche tan especial.


-Murió un camello, Su Majestad. -Buscad otro y decídle al Cuarto que nos alcance siguiendo a la Estrella. No podemos esperar.


¿Te sientes mejor? Un poco. Entonces vamos, pasaremos la noche en un establo, es lo que hay. ¿Y el bebé? Lo esperaremos allá.


Vieja, este año no hay aguinaldo. Me despidieron.


Encontramos los regalos en el ropero. Santa no viene esta noche, le dije a mi hermanito y ambos nos pusimos a llorar.


Se quitó el disfraz y la barriga postiza. Bebió sin tregua. Al día siguiente volvió a la amargura de su desempleo habitual.


Emborracharon al pavo, le cortaron el pescuezo y comenzaron el festejo de Navidad. La cena quedó perfecta.
Los dos primeros quedaron finalistas en el Concurso Internacional de Microcuentos 2012 de la Academia de Escritores a través de Twitter.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Das Geschenk

  Die Festtage näherten sich mit beeindruckender Geschwindigkeit und der Gedanke an die Bescherung am Weihnachtsabend machte Manuel nervös. Wie jedes Jahr fehlte es ihm an Ideen für ein Geschenk für seine Frau. „Wie schwierig es ist, etwas auszusuchen!“, murmelte er. Wenn er darüber nachdachte, was Alicia vielleicht gerne hätte, verwandelte sich sein Kopf in einen dunklen leeren Raum. An dem Adventskalender, den ihre Kinder ihnen in diesem Jahr geschenkt hatten, war bereits die Hälfte der Türchen geöffnet. Jedes Mal, wenn Manuel eine kleine Schokoladenfigur herausnahm, kam ihm das verflixte Geschenk wieder in den Sinn. Eines Nachts war es besonders schlimm. In einem Alptraum wurde er von einem riesigen Geschenk verfolgt, das ihn vernichten wollte. Der arme Mann wachte schweißgebadet und aufgewühlt auf. Er nahm einen Schluck Wasser und drehte sich um, um seine Frau anzusehen. Alicia schlief wie ein Baby, sorglos und ruhig. „Ich bin sicher, dass sie mein Geschenk schon gekauf...

Wir und Frida - Nosotros y Frida

¿Saben dónde nació el padre de Frida Kahlo, Wilhelm Kahlo hace ya 150 años? En Pforzheim, una pequeña ciudad que queda muy cerca de El Pueblito (Söllingen). Con motivo de celebrar a tal personalidad, la  Oficina de Cultura de la ciudad de Pforzheim  está trabajando en un proyecto de arte, cultura y participación titulado  "WIR UND FRIDA"  (Nosotros y Frida). Nosotros -es decir, la gente de Pforzheim y todos los interesados en el arte y en Frida, la gran Frida Kahlo. Una parte del proyecto consistió en invitar al público a participar con textos u opiniones sobre Frida Kahlo. ¡Me puse manos a la obra! En octubre envié mi propuesta y en estos días, ¡cuatro meses después!, por fin puedo verla  publicada  en la página web del proyecto "WIR UND FRIDA"  😊, en la sección denominada "Frida inspiriert" (Frida inspira). Frida y yo El 2 de diciembre de 2019 migré por segunda vez a Alemania. Después de ocho largos y hermosos años en mi tierra natal, Bolivia, empre...

Die Festliche Konkordie – Im Tanzsaal

Das Kleid war mir egal. Mir war es wichtig, die weißen Schuhe zu tragen, die von meiner Hochzeit. Ich habe sie in der letzten Ecke des Schranks gefunden. Sie waren noch in dem Seidenbeutel, in dem ich sie kaufte. Sie hatten die Farbe des Mondes an wolkenlosen Abenden. Ich habe mich sofort in sie verliebt, als ich sie sah, und habe sie über fünfzig Jahre lang behalten. Ich bin froh, dass ich keine Töchter habe, die sie hätten erben müssen.  Auf diesen Absätzen fing ich an, mit dir zu gehen, mein lieber Alter . Bevor ich aufbrach, schaute ich noch ein letztes Mal in den Spiegel. Ich bemalte meine Lippen mit dem weinroten Lippenstift, den mein Mann so sehr mochte. Ich holte mir die Einladung und beschloss, zu Fuß zu gehen. Es war lange her, dass ich in der Festlichen Konkordie – dem Tanzsaal gewesen war. Erinnerst du dich daran? Wir haben dort unsere goldene Hochzeit gefeiert, genau fünf Monate bevor du von uns gegangen bist. Das ist also die erste Party, auf die ich allein gehe, ...