Cuando luchamos para que las pequeñas y las grandes tristezas que nos acechan no se conviertan en un presente constante que nos nubla la mirada y nos achica el corazón, recurrimos usualmente a las lágrimas que no son otra cosa que tristezas en estado líquido que se expulsan por lo ojos. En otros casos nos construimos en el alma un cuartito secreto repleto de tristezas y al que acudimos a veces voluntariamente para sentirnos un poco solos y un poco vivos, porque las tristezas son manojos de sentimientos que en cierto momento nos permitieron hacernos un poco más humanos, un poco más sensibles y un poco más miedosos. Una tristeza no nos hace valientes, una tristeza nos insinúa con diplomacia lo débiles que podemos llegar a ser, lo vulnerable que se presenta nuestro corazón ante un hecho doloroso e irremediable como la muerte, lo implacable que es la realidad y lo desastrosos que pueden verse sus encantos cuando no llevamos puestos los cristales de la mentira. Cuando pienso en mis...
Definir LITERATURA se me hace difícil y sin embargo me arriesgo a ESCRIBIR y así me someto a la crítica y a la lectura. La letra late.
Es la memoria del sentimiento la que, a mi juicio, se fija de forma más firme.
ResponderBorrarInteresante y bello.
Besos
Gracias, María, siempre bienvenida... no importa el lugar físico en el que nos encontremos :)
ResponderBorrarUn abrazo,
Ana Rosa
Siempre me han intrigado las maletas, lo que pueden contener, desde ropa hasta ilusiones. Son simpre viajeras y en ellas se ven las huellas del tiempo. Son todo un misterio. Un abrazo.
ResponderBorrarAsí es querido Curro. Un absoluto misterio todo lo que son capaces de albergar.
ResponderBorrarUn abrazo,
Ana Rosa
Un texto breve que no necesita de más palabras para decir lo que dice. Eres una gran escritora, Ana Rosa.
ResponderBorrarHumberto.
Qué puedo decirte, Humberto... gracias!!!
ResponderBorrarbonito texto, nada mas bello que viajar y guardar lo vivido en el corazon
ResponderBorrarsalu2
Gracias Lia y siempre bienvenida a mi espacio.
ResponderBorrarUn abrazo,
Ana Rosa
la valija de mi vida pesa más de 25 kilos, ahora entiendo por qué siempre pago sobreequipaje!
ResponderBorrarHola la mis:
ResponderBorrarQué lindo comentario! :)
Te mando un abrazo,
Ana Rosa