No importa
el siglo en el que nos encontremos ni la alcurnia o poca clase que poseamos,
para despojarnos de nosotros mismos y construir de cero una nueva identidad
tiene que habernos sucedido algo realmente tremendo, profundo y doloroso. Y no
me refiero solamente a cambiarnos el nombre, sino también a ser capaces de
construir una narrativa y un imaginario que nos convenzan a nosotros mismos de
que somos otro, de que tenemos prohibido hablar de nuestro pasado y que estamos
condenados a recordarlo en soledad y a no compartirlo nunca más. Con nadie. Esta
capacidad tan cruel amputa también la posibilidad de poder confiar en otra
persona, de sentirse seguro con ella. En otras palabras, convertirse en otro es
una forma de esclavitud en la que solo el amor se entiende como libertad.
Convertirse en otro significa morir y matar a nuestro yo primigenio y enterrar
nuestro origen en vida.
Este es el
trasfondo en el que transcurre esta novela histórica o historia novelada de mi
fabulosa Gioconda Belli. “Las fiebres de la memoria” narra la historia de uno
de sus antepasados, el duque Charles Laure Hugues Théobald Choiseul de Praslin,
cuya transformación en Georges Desmoulins se inicia en una Francia sacudida de
arrebatos políticos, belicosos y de muerte. Tras el asesinato de su esposa en
condiciones horrorosas e intrincadas, Georges emprende un viaje cuyo final no era
capaz de anticipar. Hasta Nicaragua llegó su travesía y allí quedaron
sepultadas también sus memorias. Esas que vieron la luz y aquellas que hicieron
de su corazón un pedazo sombrío de olvido, culpa y añoranza.
¿Y qué decir de Gioconda Belli? He leído muchos de sus libros y ninguno me ha decepcionado. Es mi escritora favorita. Disfruto su prosa y su imaginación tanto como los versos de fuego, de pasión y de amor con los que ha surcado el camino de la literatura latinoamericana. Nació el 9 de diciembre de 1948 en Managua. En su primer libro (1972) “Sobre la grama”, abordó sin tapujos el cuerpo y la sexualidad femenina. Fue militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), de 1970 a 1993 y luchó contra la dictadura de la dinastía de Anastasio Somoza.
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